La naranja es una fruta cítrica procedente del naranjo el cual se puede dividir principalmente entre el naranjo dulce y el naranjo agrio. Este árbol se caracteriza por tener un tallo ligeramente espinoso, hoja perenne y por tener una flor blanca conocida como azahar. Su fruto, la naranja, puede tener un sabor dulce o agrio dependiendo de la variedad. En el post de hoy hablaremos de la variedad dulce para que sepáis diferenciarlas de las agrias.
Las naranjas dulces pueden clasificarse en tres grandes familias: navel, blancas y las sanguinas. Las naranjas Navel se caracterizan porque en su interior podemos ver una forma muy parecida a un ombligo. Además, destacan por que tienen un sabor dulce y poco jugo, en comparación con la variedad blanca. Por eso, este tipo de naranja se saborean mejor comiéndolas que haciendo zumo.
En segundo lugar, la variedad blanca recibe este nombre porque su color no es tan intenso ya que tienen una tonalidad más anaranjada. Otra manera para diferenciarlas es que carecen de esa forma de ombligo ya que son completamente lisas. Las naranjas blancas se caracterizan por ser dulces, tener muchas semillas y por tener una gran cantidad de jugo. Esta variedad de naranja son las indicadas para hacer consumirlas mediante zumo.
Por último, esta la naranja sanguina o rojo que como bien indica su nombre la carne de la naranja es de color rojo oscuro. Se caracterizan por tener propiedades antioxidantes, por disminuir el riesgo de cardiopatías, por evitar la acumulación de colesterol y reducir el riesgo de padecer cataratas. Las naranjas sanguinas tienen un tamaño medio, con pocas semillas y con una corteza fina.
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